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El cuidado de su bebé

Dormir con su bebé

Puntos claves
  • No comparta la cama. Compartir la cama significa que usted y su bebé duermen juntos en la misma cama.
  • Compartir la cama puede poner en riesgo a su bebé del síndrome de muerte súbita infantil (SIDS, por sus siglas en inglés) y de otros peligros al dormir, como la asfixia.
  • El lugar más seguro donde debe dormir su bebé es en su moisés o cuna, colocado cerca de la cama de los padres.

¿Qué es el colecho, compartir la cama y compartir la habitación?

El colecho o la convivencia nocturna es cuando usted duerme cerca de su bebé de tal forma que pueden verse, oírse, tocarse u olerse. Un tipo de colecho es compartir la cama. Compartir la cama es cuando los bebés y los padres duermen juntos en la misma cama. Algunos estudios demuestran que compartir la cama familiar es la causa más común de mortalidad en los bebés, en especial los que tienen menos de 3 meses de edad.

Compartir la habitación es otro tipo de colecho o convivencia nocturna. Eso significa que su bebé duerme en su propio moisés o cuna, que está colocado cerca de la cama familiar en la misma habitación. La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda compartir la habitación sin compartir la cama por el primer año de vida de su bebé o al menos por los primeros 6 meses.

Compartir la habitación podría reducir el riesgo de SIDS en su bebé y otras causas de mortalidad relacionadas con la forma de dormir. El SIDS es la muerte inexplicada del bebé de menos de 1 año de edad. Compartir la cama puede poner a su bebé en riesgo de SIDS y otros peligros, como la asfixia (no poder respirar).

¿Cuál es el lugar para dormir más seguro para su bebé?

El mejor lugar para que su bebé duerma es en su moisés o cuna, colocado cerca de la cama de los padres. Si tiene bebés múltiples (gemelos, trillizos o más), ponga a cada bebé en su propio moisés o cuna.

Con su bebé cerca, puede darle de comer fácilmente y vigilarlo durante la noche. Puede traer al bebé a su cama para darle pecho o para calmarlo. Pero vuelva a colocarlo en su propia cuna antes de que usted se quede dormida.

Siga estos otros consejos para ayudar a mantener a su bebé seguro cuando duerme.

¿Por qué es peligroso compartir la cama?

Al compartir la cama, le pueden suceder estas cosas al bebé:

  • Quedarse atrapado por la cabecera, pie de la cama o armazón de la cama
  • Quedarse atascado entre la cama y la pared, muebles u otros objetos
  • Caerse de la cama
  • Asfixiarse con almohadas, mantas o colchas o por estar acostado con la cara hacia abajo
  • Quedar aplastado por otra persona
  • Síndrome de muerte súbita infantil (SIDS)

Alrededor de la mitad de todas las muertes súbitas suceden cuando el bebé comparte una cama, sofá o sillón con otra persona. Para que su bebé no corra riesgo de muerte súbita, no comparta la cama con él si: 

  • Su bebé tiene menos de 4 meses de edad. En ese período el bebé corre mayor riesgo de muerte súbita.
  • Su pareja u otros niños duermen en su cama.
  • Usted fuma, aunque no fume en la cama.
  • Usted está muy cansada.
  • Usted ha bebido alcohol, ha usado drogas ilegales o ha tomado ciertos medicamentos recetados, como antidepresivos, o medicamentos sin receta, como medicina para la alergia o la tos, que pueden darle sueño. Si ha tomado esas cosas, puede resultarle más difícil despertarse o responder a su bebé.

¿Qué otros problemas pueden suceder al compartir la cama?

Algunos padres no duermen bien con un bebé en su cama. Y los bebés que duermen con sus padres pueden tener problemas para dormirse solos. Eso puede ser una complicación a la hora de la siesta o a la noche cuando los padres todavía no se han acostado.

¿Son seguras las cunas de colecho?

Las cunas de colecho (“co-sleeper”) son cunas para bebés o moisés que se adhieren a la cama de los padres. Para mejorar su seguridad, la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de EE.UU. (CPSC) creó los primeros estándares de seguridad para esas cunas. Las compañías que fabrican las cunas de colecho deben seguir los estándares de seguridad a partir de julio de 2014. La AAP no recomienda el uso de estos productos.

Revisado en octubre de 2016